Siempre he sido una aférrima defensora de las libretas con goma, Moleskine produce unas que son fáciles de afanar en grandes superficies comerciales, aunque la libreta que nos atañe no fue usurpada sino regalada por mi querida amiga Ángela Apal, más conocedora de la que escribe que el resto del común de los mortales, en la calurosa Garnata que entonces era mi casa. Ha llovido un poco, ríos de lluvia ácida condal, humedales personales que no vienen al caso. Disfruten del resumen de aberraciones gráficas, omitidas las peores de las mismas y la representación del concepto
chaparrón que Bilma hizo cuando visité Almería en Semana Satán, contiene infinitas pruebas de mujeres y hombres pez para una futurible serigrafía e ilustraciones para deleitar a mis compañeros de Vacaciones en Polonia, a fin de que me dejen un pedacito de papel en ejemplares carcelarios aún en ciernes. En la sección agradecimientos, además de las anteriormente mencionadas, mención especial al scanner de Lorena Otton y a
Beatriz Barriuso por su asistencia informática en momentos de crisis y bochorno.
La libreta Edebé más o menos al completo 
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