lunes, 23 de septiembre de 2013

me cago en el buen rollito


y en la difunta madre
que antaño lo parió
prefiero un lápiz afilado
guardado cual puñal
en la manga de mi chaqueta
prefiero las fuerzas del mal
como estandarte aberrante
profanadoras de altares
sin piedad
ni escrúpulos católicos

me cago en el buen rollito
y en Manu Chao
y en Amparagorda
y en las telas estampadas con motivos hindúes
y en las listas vip
y en las canciones pop
y en el peloteo famosil
y en el ghetto anarcogay
y en la madre que los parió a todos



martes, 10 de septiembre de 2013

Lunachicks, las reinas del scumrock

[Lean el artículo correctamente publicado aquí]

 

Diagnosticadas por apologistas de lo escatológico y de lo putrefacto; véase también, cacofilia y cacogloxia. Manifiestan un visceral odio al patriarcado y a sus estructuras de poder derivadas. Adicciones reconocidas: azúcar, cannabis, metaamfetamina (speed). Están predispuestas a consumir Valium, si la ocasión lo requiere.



Lunachicks fue una banda de mujeres neoyorquinas, nacida en 1987 y fallecida el año 2000, aproximadamente. Pese a mantener una actitud muy punk su música es de difícil catalogación y en ocasiones ha sido descrita como una frenética mezcla de punk, metal, pop y rock. Una razonable y desordenada amalgama derivada de los sonidos ramonianos, y de otros grupos como Kiss y MC5. Salvajes constructoras de su propio underground, divertidas performers, sus actuaciones no dejaban al público indiferente. Sobretodo considerando que contaban con Theo Kogan como vocalista, cuya rompedora apariencia en escena consistía en zapatos de plataforma, vestidos ultracortos, maquillaje surreal a lo Nina Hagen y grandiosas pelucas. Aunque Theo no era la única que se disfrazaba, todas las demás se ataviaban con lo primero que pillaran: desde vestimenta estampada a modo de piel de serpiente, hasta el vestuario prototípico de las amas de casa de la época; desde uniformes de fútbol, hasta pijamas de horteras.




De algún modo las L-Chicks fueron incluidas en el fenómeno marketing Riot Grrrl. Estaban altamente politizadas, pero nunca consiguieron ni un diez por ciento de la atención que recibieron otros grupos encasillados en la misma ola. Quizás porque ellas tenían menos de estética grungera y hardcoreta: en sus canciones podían incluso recurrir ocasionalmente a efectos de guitarra, amén de que articulaban las palabras de modo que puedas ser entendidas. Su militancia iba también de la mano de la mención de las funciones excretoras y de los efectos colaterales de la misoginia hereditaria. Si nos remitimos, por ejemplo, a la portada del disco Pretty Ugly, podemos encontrar una cabeza de Barbie con parte de los intestinos desparramados y rodeada de insectos. Esta estética, que encontraremos también en otros álbumes, nos remite a las obras de la fotógrafa americana Cindy Sherman, en las cuales jugaba con explícitas muestras de excreciones.


Participaron en recopilaciones y festivales relacionados con el movimiento SCUM, así como en el documental dedicado a las Riot-Grrrl titulado Not Bad For a Girl. Para más información al respecto nos remitimos al manifiesto homónimo firmado por Valerie Solanas. Su manifiesta línea -digamos- pro-queer, sembraría enfrentamientos en las instituciones de la industria musical. Los parámetros que emplearon escupían sin remedio contra el estereotipo que estaba preparado para ellas. Nada más alejado del modelo de muñeca adorable: Lunachicks eran cinco locas, intoxicadas en hierba, speed y copiosas cantidades de azúcar. ¿Qué pasó con las L-Chicks? La cantante Theo se casó con el guitarrista de Toilet Böys, con el que formaría Theo & the Skyscrapers; continuó haciendo cameos en el mundo de la moda y en el cinematográfico. Gina formó la banda rock Bantam, y Helen Destroy integró el homenaje femenino a los Zeppelin: Lez Zeppelin. Becky Wreck pasó a formar parte del grupo Blare Bitch Project, y Chip hizo lo mismo con Suicide King. Squid trabaja como tatuadora, algo que compagina con el papel de propietaria de un local hostelero.